viernes, 1 de noviembre de 2013

Mis cinco preguntas

Mis experiencias en relación a lo virtual, y su vínculo con la evaluación, me remiten a distintas experiencias: a) mi trabajo en la UBA, donde por primera vez implementé un aula virtual (con instancias presenciales); b) otro trabajo en una Tecnicatura de Microcrédito donde no fui el docente que pensó la propuesta, sino simplemente un moderador de los foros (una propuesta puramente virtual); c) una pregunta que nos surge en una organización en torno a la posibilidad de dictar virtualmente (o en una combinación presencial-virtual) algunos de los cursos que dictamos actualmente de forma presencial.

Me doy cuenta, luego de releer lo escrito, que mi mirada de la evaluación incluye todo el proceso educativo. Es decir, no sólo me interesa reflexionar cómo evaluar los alumnos, sino cómo evaluar la propuesta generada y el proceso que de desata en los espacios virtuales.

1) Una de las cosas que se destaca del uso de la tecnología en la educación es la posibilidad de favorecer un aprendizaje colaborativo, ¿qué dice su experiencia al respecto?, ¿en todos los casos se logra?, ¿qué cuestiones inciden en ello? ¿Podemos pensar si hay o no  “calidades” diferentes en esa colaboración?, ¿qué ocurre en relación a las intervenciones del docente en esos espacios?, ¿qué debemos tener en cuenta para favorecer esa colaboración?
2) Uno de los objetivos por los cuales me decidí a implementar el aula virtual era potenciar un aprendizaje colaborativo. Creo que en parte ese objetivo se logró (aún me resta evaluar el proceso junto a los alumnos). Ahora, los aportes realizados por los alumnos eran (son interesantes) pero sumándose a una línea ya marcada por mí. Entiendo que esto se debe al peso de la palabra de docente (poder), lo cual no había tenido en cuenta en mis primeras reflexiones. Esto me lleva a la necesidad de repensar la propuesta que hago.
3) Barbera

1) En un curso virtual, sin instancias presenciales, ¿cómo juega la forma aprendida de ser estudiante en propuestas que invitan a posicionarse desde otro lugar? ¿Cómo podríamos superar instancias de poca participación?
2) Me ha pasado que frente a la propuesta de aula virtual, y luego de todo un cuatrimestre de cursada (y por lo tanto cierta construcción de confianza y lógica de trabajo), los alumnos participaban poco al principio, y más concentrados en su propio trabjo. Lo que destrabó el proceso fue un espacio de encuentro en el cual reflexionar sobre ello. A partir de ahí se armó una dinámica de trabajo interesante, que pienso es mejorable, pero que permitió cierta colaboración entre ellos.   
3) Gary Brown - Lipsman

1) En su opinión, ¿todo contenido puede ser trabajado de forma virtual? ¿Cuáles serían los argumentos para sostener la respuesta? ¿Habría “algo” de lo presencial, del encuentro cara a cara con el otro, que no puede ser satisfecho por medio de lo virtual?, ¿qué sería? ¿Tiene algún ejemplo que nos permita pensar sobre esto?
2) Esta es una pregunta que me ronda en la cabeza. Tengo un esbozo de respuesta, pero me interesa mucho conocer la opinión de otros docentes sobre el tema. 

3) Barbera - Lipsman


7 comentarios:

  1. Hola Javier, yo me atrevo con la pregunta 3, pero a ver que opinan los demás.
    En nuestra carrera la práctica de laboratorio es insustituible, no se si podemos generalizarlo a los contenidos que se refieren a un procedimiento.
    Uno puede hacer una muy buena introducción virtual, escrita, con fotos o videos de las técnicas que se van a realizar, pero uno no puede decir que enseñó una técnica si el alumno no la realizó en el laboratorio.
    Por otra parte se da la situación en la mayoría de los casos que el trabajo en laboratorio en las materias no permite un trabajo individual de los alumnos, que ellos realicen la experiencia con sus propias manos. Quedan viendo como otro alumno lo hace, por lo que el resultado termina siendo muy similar a lo que se podría lograr con algo virtual bien hecho. Es mas, a veces ni siquiera pueden ver bien o la experiencia en vivo, porque son muchísimos, o porque no sale y en el video uno puede elegir mejor qué y cómo mostrarlo.
    En otro orden de cosas digamos que viendo tu blog me di cuenta que se podia poner una solapita arriba "CampusCitep" y di varias vueltas hasta lograrlo en el mío, asi que gracias.

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  2. Hola, Javier,
    Muy interesantes tus preguntas, con la profesora a la que acompaño en Taller nos las hemos hecho también y las hemos discutido.
    Con respecto a la 1, dicen que nunca podemos asegurar que el trabajo colaborativo se vaya a producir, solo podemos crear condiciones que lo favorezcan. Creo que se trata de un ejercicio que hay que generar en los estudiantes, quienes por lo general no están habituados a trabajar colaborativamente, sino más bien en una modalidad cooperativa (en general, frente a un trabajo práctico grupal, dividen los temas y cada uno hace una parte, para luego ensamblarlo). Empezar por proponer consignas que favorezcan un trabajo colaborativo antes que cooperativo y elegir un entorno tecnológico que facilite la colaboración (en nuestro caso, GoogleDrive nos sirve mucho y nos permite ver y diferenciar los intercambios de los diferentes integrantes de cada grupo). Nosotros por lo general comenzamos con consignas en las que los estudiantes tienen que comentar textos de otros (identificar fortalezas y debilidades y zonas a retrabajar, para orientar su reescritura) y otras de búsqueda y exploración temática en grupo. También creo que es fundamental generar una dinámica de trabajo sostenida en el tiempo: lo que vemos en taller es que, si bien las primeras consignas cuestan un poco, luego los chicos van desarrollando un hábito de trabajo y la colaboración mejora (en este sentido, corremos con la ventaja de dictar una materia anual). Y, por otro lado (y aquí la respuesta se vincula con tu última pregunta, sobre la presencialidad), creo que el trabajo colaborativo presencial ayuda a preparar el terreno para el virtual. En nuestro caso, vemos que es muy importante que los chicos se conozcan y vinculen en las clases presenciales y eso ayuda a que luego trabajen mejor en el ámbito virtual, a que pierdan las inhibiciones a la hora de comentar e intervenir en los textos de otros. El acompañamiento docente (dar feedback acerca de lo que pasó cada semana con las consignas de trabajo, preguntarles cómo se sintieron y qué dificultades surgieron, destacar los buenos trabajos) también es muy importante.

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  3. Con respecto a la 2, retomando un poco lo que comentaba en la 1, creo que es verdad que el rol pasivo (limitado a escuchar y leer) en el que se suele colocar a los estudiantes en otras materias es un obstáculo a la hora de proponer una dinámica de trabajo distinta (en nuestro caso, de taller, centrada en hacer y aprender haciendo). Eso sucede tanto en las clases presenciales como en el trabajo virtual. No tengo experiencia en dictado de cursos 100% virtuales, pero en la modalidad combinada que usamos nosotros en general exigimos una intervención mínima por semana (por ejemplo, cada uno tiene que comentar al menos el texto de un compañero). También establecemos grupos o pares de trabajo fijos, que se sostienen a lo largo de varios trabajos. En esos casos, los chicos van generando lazos que en muchos casos favorecen su dinámica de trabajo. Por lo general, ya desde la disposición de sillas en el aula (sentarnos en círculo) tratamos de que desde la clase presencial se evidencie que la dinámica de trabajo es de taller y es distinta de la que tienen, por ejemplo, los teóricos.
    Con respecto a la 3, yo no creo que todo contenido pueda trabajarse desde lo virtual. El ejemplo de los laboratorios que daba Alfredo es interesante. Creo que en el taller de escritura hay un trabajo con la grupalidad que es importante y que requiere de la presencialidad: vernos las caras, sonreir, conocernos, tomar confianza. En general, los estudiantes perciben su escritura como algo muy íntimo: les cuesta mostrarla, compartirla, dar lugar a comentarios de los demás. Esa inhibición se va desarmando desde lo presencial y en la medida en que los chicos desarrollan más confianza en las clases, se animan a participar más en el ámbito virtual.
    Saludos!

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  4. Me quedo pensando en lo que plantean en este intercambio: a) cuáles serían las condiciones que favorecen el trabajo colaborativo?,b) qué tipo de contenidos serían los más adecuados para ser trabajados en instancias virtuales?, finalmente, por qué lo colaborativo se asocia a instancias virtuales? sería posible pensar en estrategias de enseñanza presenciales que promuevan el trabajo colaborativo? Algo de esto último lo sugiere Emilia en su post, pero para seguir pensando. Cariños!

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  5. Hola a Todos y a Javier especialmente!
    Realmente son muy interesantes tus planteos, pero me meto específicamente con la última cuestión...
    En mi caso particular, al ser la química mi área de trabajo, lo presencial es imperscindible, ya que realmente es muy importante el trabajo experimental en el laboratorio con los alumnos.
    Por otro lado, creo que el encuentro cara a cara es importante. Tal vez será porque soy sociable y "humana", pero me pasa seguido, sobre todo llegando a la época de parciales, que mis alumnos me hacen consultas vía mail, y siempre respondo. Pero a veces se hace muy complicado y trabajoso cuando de resolver problemas numéricos se trata.
    Igualmente lo sigo haciendo porque suma y ayuda, y es una forma de poder estar para los alumnos más allá del día de la clase, porque muchas veces es complicado poner aguna clase extra de consultas, así que digamos que se da vía mail.
    Debo reconocer que esto no le cae bien a algunos de mis colegas, pero como a mi no me molesta hacerlo y creo que suma, lo hago.
    Creo que podríamos sacarle un poco más el jugo a esto, ir más allá de las consultas vía mail... pero, como ya lo planteo en mis 5 preguntas... la resistencia de colegas y jefes es muy grande!
    Saludos a todos!
    Caro

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  6. Javier, yo me formula la misma pregunta sobre si ¿todo contenido puede ser trabajado en forma virtual? Por ejemplo los temas tratados en el coaching ontológico no es suficiente que el participante acumule conocimientos teóricos sino que es imprescindible vivenciar en forma experiencial cada concepto que compone esta nueva disciplina. ¿Cómo hago desde un ámbito exclusivamente virtual para que los estudiantes logren esa vivencia necesario para desarrollar las habilidades de coach?

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  7. Es interesante lo que señalas Pablo, creo que hay algo de lo "experiencial" que habría que pensar. Ciertas posibilidades hay de generar "experiencia" pero, ¿realmente es lo mismo lo presencial que lo virtual? Y en esa misma línea se expresa Carolina y Alfredo (aunque en su intervención hay igualmente una pregunta, muy interesante por cierto).

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