jueves, 26 de abril de 2012

Reflexiones y diálogos con ideas de mis compañeros

Uno de los compañeros del curso, Fernando Tutor, plantea en su blog que “más allá de enseñar (o aprender) cómo funciona en particular una determinada red social, cómo escribir un tweet o cómo actualizar el estado en Facebook, es fundamental poder transmitir cómo nos vinculamos con la información, cómo accedemos a la misma, cómo colaboramos e interactuamos, y qué estrategias empleamos para validar dicho proceso (…) compartiendo el porqué además del qué y cómo estaremos mejor preparados para los twitters y facebooks del futuro”.
Comparto plenamente la reflexión. En términos pedagógicos me parece necesario ir más allá de la información (qué se puede hacer, cómo usar algo), necesaria por cierto, y plantear el tema del por qué y el para qué es necesario conocer esto. Es decir, entiendo que es central trabajar sobre el SENTIDO que las herramientas tienen para las personas (tanto nosotros como los alumnos), en tanto desde ese sentido es que se realiza la apropiación.
Más aún, esa apropiación personal de la herramienta, pienso, es la que puede ayudarnos a construir nuestro propio recorrido en ese inmenso mar de información que es la Web, haciéndola significativa en función de nuestros objetivos.
Esto nos pone ante la importancia de trabajar metacognitivamente, reflexionando sobre cuestiones como las que plantea Fernando, que entiendo se pueden relacionar con un problema más amplio: la relación entre poder y saber.
Otra cuestión que algunos compañeros trajeron, con citas como la de Martí Barbero, es el planteo del fin de “lugares sagrados” donde está el saber, como podría ser la escuela. Creo que esto, si bien tiene un trasfondo interesante, que estamos explorando, como es la construcción colectiva de conocimiento, en algunas reflexiones puede ser también problemático.
Por un lado, considero que es importante diferenciar autoritarismo de autoridad. Ésta última es central para todo docente que se enfrente a un curso. Tenemos un rol y una responsabilidad ineludible. Podemos repensar nuestro rol, incluso estar convencidos de cambiarlo, pero nunca negar nuestro y la incidencia que tenemos en los procesos. A lo sumo, deberemos pensar qué deseamos provocar y cómo llevarlo a cabo.  
Por otra parte, creo que no debemos dejar de lado la importancia que tiene la escuela en brindar competencias culturales a los jóvenes que no obtienen de ningún otro espacio. En este sentido, coincido con una compañera que pedía criticar a la escuela, pensar cómo cambiarla, pero sin negar el valor que tiene para muchos jóvenes (aún en el marco de sus limitaciones actuales). Esto, desde ya, se vincula también con nuestro rol, con la posibilidad de problematizar y brindar conocimientos y saberes que no se brindan en otros lugares, como los medios de comunicación, por ejemplo.
Me pregunto, ¿los medios enseñan cómo usar estas herramientas tecnológicas en términos de productores o nos invitan, una vez más, a ser simples consumidores?, ¿qué hacen las empresas?
Finalmente, también es necesario dar cuenta de las enormes diferencias de usos que se hace de las tecnologías. En mi mirada, estos usos se relacionan con prácticas culturales, con formas de relacionarnos con otros y nuestro mundo que actúan como matrices culturales. Por lo tanto, ser consumidores de cultura, espectadores pasivos de sucesos, entiendo, se relaciona también con formas pasivas de uso de la tecnología. Creo que es necesario problematizar las relaciones entre usos, prácticas culturales y condicionamientos sociales. Así, lejos de festejar una idea de “libertad” o “autonomía” posibles en el uso de las tecnologías, habría que facilitar espacios de reflexión que avancen en esta línea, pero no desconozcan que al mismo tiempo que somos sujetos constructores de nuestra realidad, somos también producto de nuestra sociedad, sobre todo a partir de nuestra ubicación en ella.

martes, 24 de abril de 2012

Primeras reflexiones Web 2.0

La lectura de los materiales del curso (Crea, publica y Comparte: La WEB2.0) me dispararon una serie de cuestiones. Por un lado, tomo conciencia del potencial de las herramientas tecnológicas para facilitar vínculos y relaciones entre personas, lo cual me resulta muy interesante en miras a estimular una construcción colectiva del conocimiento. Por otra parte, destaco una idea que se repite: la posibilidad de ser no sólo consumidor, sino también productor.
Creo que para todos aquellos que tenemos la voluntad de estimular aprendizajes donde la participación de los alumnos sea un elemento vertebral, las herramientas tecnológicas de la Web 2.0 pueden sernos de gran ayuda. En esta línea, leyendo los textos me venía a la mente los postulados de Jerome Bruner en La Educación, puerta de la cultura (Cap. 1) y cómo las herramientas que estamos viendo nos posibilitan plasmarlos en la práctica.
El autor plantea la importancia de la obra (producción), la interacción entre pares y con el docente en la construcción del conocimiento, la relevancia de abordajes que pemitan dar cuenta de distintas perspectivas, y otras ideas por demás interesantes. Y a medida que me voy empapando en esto de la Web 2.0, veo que sin dudas en este curso vamos caminando (algunos gateando, como mi caso) este recorrido que me resulta atrapante.
También reflexionando sobre que me va pasando a mí con esta experimientación, veo que una cuestión no menor en estas propuestas es el tiempo. En alguna medida, las posibilidades de apertura son tantas que uno podría pasarse el día navegando, leyendo y respondiendo. Y esto, creo, no es posible. Me imagino que tiene que ver con pasar de ser un usuario inexperto a uno en camino de aprendizaje, pero el tema del tiempo que se requiere para ser partícipe de los debates y lo que puede surgir de los intercambios no me parece menor, sobre todo pensándome luego como docente y contextualizando (como se plantea en los textos) la práctica en la realidad de cada uno y de la profesión. Se me plantea, entonces, en una tensión, rica, que es sentirme muy interesado y motivado a aplicar estas herramientas y la reflexión sobre los tiempos que se requieren para ser productor y participar. Es decir, el potencial que tienen si uno se compromete a fondo con su uso, se tensiona con el tiempo necesario para ese compromiso. Recién lo pienso, así que lo tengo que ir madurando.
En esta línea, creo que hay dos cosas claves: la capacidad para manejar información (hay enorme cantidad de información y poder procesarla es un desafío) y la importancia de los recorridos personales. Estas cuestiones, me parece, se relacionan. Es decir, pienso que los intereses y las búsquedas personas pueden enfocar nuestros recorridos por la inmensidad de contenidos de la Web, haciendo que ocurran búsquedas "significativas" para cada uno de nosotros, achicando el tiempo sin dejar de achicar nuestro compromiso.  
Bueno, por ahora estas ideas...