lunes, 9 de diciembre de 2013

Síntesis final curso

Creo que las reflexiones sobre el curso están concentradas en mi portfolio, el cual los invito a visitar. Como señalaba, llegué al curso con algunas ideas y preguntas y me voy con cierta certeza de un camino a transitar. Ahora, me pareció interesante esta invitación de Carolina y Emilia a pensar en torno a laconstrucción de una comunidad de aprendizaje. Y sobre ello me voy a centrar.

Pienso que la propuesta didáctica del curso es central para lograr esa comunidad de aprendizaje. Lo primero, hay una intencionalidad explícita de provocar esa construcción colectiva del conocimiento, que actúa como un objetivo transversal. Esto parece obvio, pero a mí entender no lo es (podríamos haber visto el mismo contenido de otra forma). Acá hay una opción política.

Segundo, hay una “operativización” de esta propuesta política: una forma de proponer el desarrollo de las actividades (la dinámica del curso), donde hay de manera “obligatoria” un trabajo individual, el compartir con los pares, un comentario que se recibe y una reelaboración de eso primero que hemos realizado.  Por lo tanto, vemos que en el recorrido mismo propuesto lo individual y lo colectivo dialogan y se enriquecen.

Lo tercero, la construcción “del encuadre” en el cual esas prácticas se desarrollan. Para mí las introducciones, las consignas, el transparentar porqué se pide algo, las ventajas de ese hacer en conjunto, van construyendo un “universo de sentido” con el cual dialogamos.

Desde lo “obligatorio”, entonces, se garantiza un mínimo de intercambio, y éste genera un piso a partir del cual es posible “ir por más”, que en buena medida dependerá del grupo concreto que curse. 

Lo último, para mí, es cómo se para el docente y el rol que desempeña. Para mí algo muy significativo es que nosotros hicimos muchísimo, sin la “aparente” presencia del docente. Es decir, sin una presencia “omnipresente”. Nosotros tuvimos un rol central.

Esto nos llama a pensar que el rol docente fue central en pensar la forma de “facilitar la reflexión sobre evaluación”. Y para ello hay que realmente conocer del tema, pues que hayamos formulamos preguntas (que hablan de nuestros intereses) y explicitado nuestra forma de evaluar y los criterios que usamos no es casual. Y que esas actividades se hayan vinculado con “herramientas” concretas como blogs, formularios, rúbricas y portfolios (y que las hayamos usado y pensado sobre ellas), tampoco es casual. Estas son decisiones de un docente. Más aún, la elección del material a leer y su significatividad es también una opción. En consecuencia, el rol docente ha sido clave, central, vital, y sin embargo muy diferente al que muchas veces tenemos.

Con esto, no quiero decir que otro rol, otra forma de desempeñarlo inhabilite totalmente la construcción colectiva, pero tal vez la limita. En este sentido, me llevo sobre todo esta última cuestión a pensar, pues mi primera experiencia en un aula virtual (este cuatrimestre), me encontró con una evaluación muy buena, en la cual se destacaba la construcción colectiva lograda, los aportes cruzados de los alumnos, el sentirse parte de un grupo, etcétera; pero también un dato no menor, mi omnipresencia en los intercambios, que al tiempo que los favorecía, también los condicionaba. Y si bien en la reflexión general los alumnos no lo veían como problema, sí me permito yo problematizar esta cuestión, para probar otra cosa el próximo año y seguir pensando. En esta línea, el aporte de este curso es también a esa reflexión que nació en mí como una nueva pregunta. 

3 comentarios:

  1. Hola Javier!
    me encantó esta síntesis...
    Me parece super bueno el análisis y sobre todo este problematizar al que te referís al final...
    Creo que, en nuestro caso, al ser docentes en rol de alumnos, validamos o, mejor dicho, le damos otro valor al comentario de los pares...
    Pero a nuestros alumnos, que en mi caso son solo alumnos (y de primer año), les cuesta mucho más hacer esto. Vienen siempre buscando la palabra del docente (o sea la nuestra)...
    Y de ahí que me parece super interesante y acertado el análisis que hacés del rol del docente no tan omnipresente. Es perfecto.
    Se que para mis alumnos, tan nuevos, se necesita una presencia un poco más fuerte, pero eso no implica que limite el intercambio. En mis clases, frente a una pregunta de algún alumno, siempre busco que sus compañeros le respondan, y trato de fomentar la discusión... y tratar de funcionar como mediadora y guía. Y sí, porque lo necesitan, dejar algo así como una última conclusión validada...
    Y se que, a partir de este curso, también me llevo muchas más herramientas e ideas para seguir mejorando eso...
    Insisto, como comenté en el blog de Alfredo, los voy a extrañar... voy a extrañar estos intercambios....
    E insisto... leerte es un verdadero placer!
    Abrazo!
    Caro

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  2. Hola Javier, vengo de verte en el blog de Carolina (Hola Carolina!) así que parte de los comentarios quedaron allá. Respecto a la intervención del tutor en los foros es cierto que fue bastante acotada, pero es una elección o un estilo del tutor? En otros cursos de CITEP, incluyendo el de estrategias para la tutoría o el de aprendizaje colaborativo, había una constante presencia. Lo que si fue compartido en todos los casos es la premisa de guiarte sin revelar. Yo no sentí como un obstáculo esa omnipresencia de aquellas tutoras, tampoco me sentí falto de guía acá. En ese sentido, yendo al saber popular, me parece igual mejor que sobre que que falte. Es medio desesperanzador para el alumno pensar que no hay nadie del otro lado.
    Un abrazo y voy por tu portfolio

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  3. Gracias por poder reflexionar juntos. Seguí el diálogo en el Blog de Carolina.

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